
Es curioso que los gobiernos occidentales mantenían buenas relaciones y negociaciones con los gobernantes déspotas y dictadores de estos países y ahora alagan la actitud del pueblo de Túnez y Egipto. En mi opinión creo que muchos de nuestro gobernantes de Occidente son hipócritas y solo defienden sus intereses y les importa poco lo que ocurre en estos países con tal que ellos saque una buena tajada, por eso la credibilidad de nuestros gobernantes queda entredicho.

Hay situaciones difícil de entender y una de estas es, sí en Túnez ha triunfado la revuelta del pueblo y se pretende instalar una democracia que teóricamente mejoraría las condiciones de vida de las personas, porque en los últimos días hay una ola de inmigrantes hacia las islas Italiana de Lampedusa, creándole una situación de alerta a las autoridades locales. Es contradictorio si ahora que lograron lo mas difícil que fue derrocar al gobernante dictador, porque no luchan en su país para mejorar sus condiciones de vida. Nosotros no tenemos la respuesta, tal vez la gente inmigrante la tengan.
Desde aquí les deseo la mejor de las suerte a los tunecinos y egipcios, que están a las puertas de la democracia y logre alcanzar sus metas de vivir libres y en paz.
Esperamos que el efecto dómino se cumpla con países vecinos cuya situación es parecida, de hecho hay esperanzas proque ya hay revueltas en Argelia y Yemen.
Debemos desear que todos los habitantes del planeta vivamos en armonía y relacionándonos en un ambiente de paz y cordialidad que es la forma más productiva de lograr avances y mejoras para las personas y así logremos vivir en un mundo mejor.
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