
La predicciones sobre la pérdida de los glaciares y de los casquetes polares durante este siglo puede ser responsable de hasta un 60% de la subida del nivel del mar, lo que supone entre 10 y 25 centímetros; si llegasen a fundirse completamente, el aumento del nivel del agua sería de un metro.
Desde 1995 hasta el año 2000, el índice de pérdida de hielo ha sido más de dos veces superior al registrado en el mismo periodo anterior, lo que conlleva un aumento del nivel del mar de 0.1 milímetros por año, aumentando el riesgo de inundaciones en muchas de las zonas costeras del planeta.
Los científicos como Meier y sus colegas, recuerdan también que una subida del nivel del mar de 30 centímetros supone la inundación de una franja costera de unos treinta metros. Cien millones de personas viven actualmente en los territorios que quedarían sumergidos si el océano subiera unos noventa centímetros.
El cambio climático es la principal causa del deshielo que ocurre en los glaciares a nivel mundial, sino ponemos freno al calentamiento global continuara este fenómeno que producirá sus consecuencias ambientales con cambios de la vida en las costas.
Un ejemplo del cambio climático es lo que ocurre en el polo norte, se derrite a mayor velocidad de lo previsto porque al deshielo de superficie provocado por el aumento de la temperatura global del planeta se le añade el deshielo que se produce bajo la línea de flotación, a causa de la llegada de corrientes cálidas del Golfo de México provocada por el cambio climático.
Tomar conciencia
Hay suficiente información científica sobre la importancia de los glaciares y los impactos de las actividades humanas. Sin embargo, no existe una conciencia pública sobre su importancia.

El problema del cambio climático no se resuelve cubriendo con lonas, plásticos u otros elementos a los glaciares, el verdadero reto consiste en que se tomen medidas más drásticas y firmes para tratar de controlar la emisión de gases efecto invernadero que acrecientan el trastorno climático planetario.
Estudios científicos acreditan la certeza y gravedad del cambio climático. Sólo falta la voluntad política de hacerlo, tanto por el clima como por la economía. Cada vez son más los organismos y empresas que le piden a la UE que asuma un compromiso unilateral de reducción de emisiones del 30% para 2020 y que avance hacia un sistema eléctrico 100% renovable en 2050.